miércoles, 15 de enero de 2014

¡Día 19!

Hoy cuando me he levantado, y aún con las legañas pegadas al ojo, me he mirado al espejo.
Han pasado unos 15 segundos hasta que me he dado cuenta de que la del reflejo era yo.

Fue entonces, con la mirada atónita de la otra Alba observando mi cara, cuando un escalofrío ha recorrido mi cuerpo:

¡Sólo quedan dos días para mi cumpleaños!


En ese mismo instante, sin saber por qué, se me ha venido a la mente el anuncio (uno de tantos) de la que es imagen Martina Klein y que da a entender que empezó sobre los 26 a usar cremas 
"para combatir múltiples signos del envejecimiento".

Presa de un ataque de histeria, me he abalanzado sobre el espejo en busca de: sequedad, manchas, piel apagada o arrugas y líneas de expresión.

Ni rastro de eso. En su lugar, unas mini espinillas adornan mi cara.

Como si hubiera hecho un pacto con el Diablo y en lugar de aparecerme con la edad "patas de gallo", me salieran "granos en erupción". 

Una especie de Benjamin Button.

Aún me queda un año para cambiar mi gel limpia-granos, por un sérum efecto lifting.

No sé si me debería de preocupar o no: De seguir así, ¡jamás pasaré la barrera de aparentar 16!

Y como mi cutis no refleja mi verdadera edad, y a ojos de muchos, todavía estoy en esa etapa en la que decides qué quieres ser de mayor, os diré lo que quiero ser:

¡Quiero ser chica de portada!

No es por tirarme flores pero si "Chiqui", Almudena de GH10, (ésa cuyo nombre es más largo que ella misma), pudo; no creo que yo no tenga nada que el  photoshop no arregle.
¿Y qué me decís de aquel posado de Belén Esteban que la posicionó como el mito erótico de los camioneros? ¿O esa en la que salía Bea "la Legionaria", a la que "NADIEEEE" le ponía?


Estoy libre de silicona, pero juro que tengo un lunar sexy al lado del ombligo semioculto por un simpático michelín.

Mi deseo era empezar por ser portada de revistas juveniles (como de la ya extinguida SuperPop) y sin menospreciar el mundo del corazón, convertirme en la protagonista de los los AARG! de Cuore, hasta terminar con un posado sutil (soy de la idea de que menos es más) que hiciera las delicias del sector masculino.


A los dirigentes de esas revistas:

Yo soy la chica que estáis buscando.


Un besi.




No hay comentarios:

Publicar un comentario